Corría el año 1972 y la matrícula de estudiantes que comenzaban los estudios secundarios en Cuba se hacía cada vez más grande, gracias al impulso dado por el gobierno a la educación. Fue entonces cuando, ante la necesidad de maestros, Fidel realizó un llamado a las nuevas generaciones para que se formaran como educadores, en el II Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas.
Así surgió el I Contingente del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech, compuesto por más de 400 estudiantes de décimo grado, que se incorporaron como docentes a las recién creadas escuelas en el campo, mientras continuaban su formación como profesores de la educación general media, en un período de cinco años de estudio.
A 45 años de la graduación de ese primer Contingente, Cubadebate conversó con la villaclareña Iris Menéndez Pérez, una de las cubanas que en aquel entonces se decidió por el magisterio.

Iris Menéndez Pérez fue miembro del I Contingente del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech. Foto: Lisandra Borges Pérez.
¿Qué precedentes la llevaron a formar parte del I Contingente del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech?
–Procedo de una familia humilde, para la cual la Revolución fue la esperanza de un mundo mejor. Desde pionera fui buena estudiante. Me gustaban todas las asignaturas, participaba en las actividades pioneriles y era vanguardia.
“Cursé la secundaria básica en la escuela Capitán Roberto Rodríguez. Allí teníamos clases en una sesión y en la otra Educación Laboral, Dibujo Técnico o Educación Física. Aunque no fui una atleta destacada, llegué a practicar judo, natación y hasta arquería. Siempre fui monitora, y ayudaba a mis compañeros a prepararse para los exámenes.
“Estando en noveno grado, se creó la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM), organización en la que tuve responsabilidades a nivel de aula. Ese año me llegó una beca destinada a la formación de traductores en La Habana, y, aunque preparé el viaje, finalmente no fui, porque decidí hacer el preuniversitario, para entrar a la universidad y estudiar Periodismo.
“En 1972 estaba concluyendo décimo grado, cuando el 4 de abril, en la clausura del II Congreso de la UJC, el Comandante en Jefe convocó a los jóvenes de mi año a incorporarse a estudiar a los institutos pedagógicos, porque en ese momento no se estaban formando los profesores necesarios para la explosión de alumnos que entrarían en los años venideros a la secundaria básica y preuniversitario.
“Unos días después, la secretaria de la UJC de la escuela me habló del proceso de convocatoria, y me preguntó si estaba dispuesta a renunciar a mi proyecto de estudiar Periodismo para cumplir con el llamado de Fidel. No lo tuve que pensar dos veces. Además de ser el primer expediente y vicepresidenta de la FEEM de mi escuela, mi familia me había formado en el amor y el agradecimiento a la obra de la Revolución para los humildes, y supe que era mi deber dar el ejemplo ante ese llamado.
“Tuve la tarea de explicar la convocatoria a mis compañeros de aula, y la gran mayoría dio el paso al frente conmigo. Puedo decirte que los mejores alumnos de la escuela, los dirigentes de la FEEM y los de mejores calificaciones de ese curso fueron al Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech”.
¿Cómo recuerda esos años en el Destacamento?

Integrantes del Destacamento. Foto: Cortesía de la entrevistada.
–Fue una época hermosa, de mucho trabajo, estudio y compenetración con los compañeros. Tenemos el orgullo de haber sido un movimiento emergente de formación de profesores, que puso en alto la calidad de la educación cubana, y fue una expresión de compromiso revolucionario para nosotros. Esa fue nuestra Sierra, nuestro Granma, nuestro Girón, porque cumplir con el llamado de Fidel se convirtió en un deber, por el cual dejamos atrás intereses personales y vocacionales.
“Éramos muchachos de apenas 15 años cuando entramos a las nuevas escuelas en el campo, todavía en construcción. Terminamos de pulir los pisos con nuestras manos, pintamos, limpiamos y ordenamos aulas, laboratorios y dormitorios, para recibir a tiempo a los estudiantes.
“En un mismo día íbamos al trabajo en el campo con los alumnos, preparábamos e impartíamos clases, hacíamos guardia como profesores, estudiábamos y asistíamos a clases como alumnos, y todavía teníamos tiempo para hacer un grupo musical o de teatro. Éramos, como decía el Che, alegres, pero profundos.
“Nuestra formación académica fue de excelencia, con mucho peso en la investigación. Los profesores fueron seleccionados entre los mejores, tanto los docentes universitarios de la Facultad de Pedagogía y de otras facultades que nos impartieron clases durante los siete años de estudios, como los profesores que fungieron como jefes de cátedra en cada especialidad.
“Recordamos con cariño la asesoría permanente del compañero Erasmo Ramos, de la Dirección Provincial de Educación; del compañero Juan López Palacio, quien coordinó la formación del Destacamento Pedagógico de Las Villas y es hoy Doctor Honoris Causa de nuestra Universidad Central; y de la profesora Nélida Suárez Cabrera, directora fundadora de la primera Filial Pedagógica de Las Villas y posteriormete vice rectora del Instituto Superior Pedagógico Félix Varela.
“Tuvimos el privilegio de compartir el tiempo del compañero Fernández como Ministro de Educación, quien creó una manera original de comunicación con los maestros sobre los objetivos del trabajo, y cada mes sin falta nos llegaba a la casa, por el correo postal, una carta escrita de su puño y letra, con sus reflexiones y orientaciones.
“Desde lo personal, en 1977, cuando se realizó el I Encuentro Nacional de estudiantes del Destacamento Pedagógico, fui seleccionada por mis compañeros para representarlos. Nuestras principales batallas eran contra el facilismo, el promocionismo y el fraude. También exigíamos que los directivos no menoscabaran nuestra autoridad ante los alumnos.
“Hace 45 años, 785 maestros nos graduábamos como Licenciados en Educación en el teatro Carlos Marx. También los miembros del III Contingente se graduaban como profesores de la enseñanza general media.
“Ese día, como un gesto de cariño hacia el Destacamento, Fidel firmó nuestros títulos, nos ratificó su confianza y dijo: “El éxito de nuestra Revolución, la seguridad de nuestro futuro; el éxito de nuestro socialismo dependerá en gran parte de lo que sean capaces de hacer los educadores… el papel fundamental en la formación de la conciencia y la ética de las futuras generaciones de cubanos”. ¡Cuánta vigencia de sus palabras para nuestros profesores!”.
Hablando de Fidel, ¿cómo era su relación con los miembros del Destacamento?

Visita de Fidel a la ESBEC Primero de Mayo. Foto: Cortesía de la entrevistada.
–Para nosotros era presencia permanente en nuestras vidas. Nos preparábamos siguiendo sus ideas sobre la importancia del ejemplo del profesor en la educación. Ver llegar sus jeeps a una escuela era motivo de fiesta, y todos queríamos estar alrededor del Comandante.
“Tenemos muchas anécdotas, como cuando fue a la ESBEC Primero de Mayo, del Yabú, a jugar en sus instalaciones deportivas con estudiantes y profesores.
“Primero jugó un partido de béisbol. Todos estábamos alrededor del terreno de pelota y, lamentablemente, uno de sus batazos se fue de foul, y golpeó en la frente a la compañera María, profesora de Matemática. Fidel, muy preocupado, detuvo el partido y fue personalmente a ponerle hielo en el golpe.

Fidel ayudando a colocar la net. Foto: Cortesía de la entrevistada.
“Luego dijo que jugarían baloncesto, pero a los aros les faltaba la net, por lo que Mario Hugo se subió sobre los hombros de dos compañeros para ponerlas. Fidel estaba al tanto del proceso y escuchó que uno de ellos ya en el segundo aro estaba cansado, por lo que puso su hombro para que Mario terminara de colocar la net. Las fotos de ese momento son hermosas y se convirtieron en símbolo en la historia del Destacamento.
“Veinte años después de la creación del I Contingente, el 30 de mayo de 1992, volvíamos a encontrarnos con Fidel, en el Palacio de las Convenciones. En dos días de debate expusimos nuestros criterios sobre la situación de la calidad de la educación, las apreciaciones negativas de las medidas de evaluación de los profesores y su salida de las aulas para recalificación -que estaba provocando el éxodo del personal-, así como la necesidad de retomar la enseñanza de la Historia y profundizar la formación de valores.
“En estos tiempos tan convulsos, vale la pena retomar las ideas que trasmitió el Comandante en ese encuentro sobre la educación en el respeto al obrero y al hombre que trabaja con sus manos, el sentimiento de solidaridad, el sentido del deber, de la organización, de la disciplina, del internacionalismo, el repudio a la sociedad capitalista que “enajena a los hombres, los divide, los convierte en fieras, … los convierte en lobos”, sobre la importancia del conocimiento de la historia de Cuba y universal, sobre los libros de Historia imprescindibles, sobre sus ideas de Patria o la significación de la intervención norteamericana que frustrara nuestra independencia, asuntos sobre los cuales aún hoy observamos confusiones.
“Al concluir el encuentro nos llamó a convertirnos en el primer contingente de ‘luchadores por la calidad de la educación’, tarea que aún está por completarse, y le pedimos a nuestra ministra que implemente las acciones necesarias para dar continuidad a esta convocatoria”.
Asumo, de lo que ha comentado, que los miembros del I Contingente han mantenido el vínculo a lo largo de los años…

Los miembros del Destacamento han mantenido el vínculo todos estos años. Foto: Cortesía de la entrevistada.
–Sí, tenemos ese inmenso privilegio. Somos un grupo heterogéneo que se ha mantenido en contacto como amigos y familia por más de 50 años.
“Fui parte del grupo de trabajo coordinador que creamos para mantener el contacto, encontrarnos periódicamente y, no solo realizar actividades recreativas, sino también de importancia social e investigativa. Nuestro grupo coordinador cuenta con representantes en todos los municipios de las tres provincias que integraban la antigua provincia de Las Villas.
“Para el 40 y 50 aniversario convocamos programas de actividades, que tuvieron como resultado actos de conmemoración y la producción de varios libros, entre ellos Memoria Viva, Destacamentistas: una generación de jóvenes para no olvidar, No éramos tan buenos y Fidel en mi corazón.
“También desarrollamos eventos científicos, se filmó el documental Sembrando las semillas del futuro, un spot televisivo, hubo entrevistas a miembros del Destacamento, creamos un catálogo fotográfico, donde aparecemos todos con una foto de entonces y de ahora por cada una de las especialidades, y se acaba de publicar su tercera edición, con la inclusión del IV Contingente, en homenaje al aniversario 45 de nuestra graduación. Hoy se trabaja en la elaboración del catálogo para incorporar también a todos los integrantes del V Contingente de la antigua provincia de Las Villas, e interactuamos en un grupo de Facebook, llamado “50 años del Destacamento Pedagógico”.
“Toda esta información la ponemos a disposición de la ministra y los directores provinciales para las bibliotecas digitales, en aras de que alcancen la mayor divulgación posible y puedan contribuir a enmendar determinados errores que sobre el origen y la evolución del Destacamento Pedagógico se han detectado en publicaciones y medios de prensa del país.
“De igual modo, incluimos una carpeta con el proyecto de la Casa Natal de Manuel Ascunce, uno de los empeños en que trabajamos actualmente. El Destacamento Pedagógico de Las Villas tiene un compromiso con el rescate de la casa natal del maestro, en Sagua La Grande, inmueble patrimonial que se encuentra a punto del derrumbe, donde proponemos que se cree una casa museo para continuar homenajeando al Ascunce, y divulgar la historia de la educación cubana. Para ello necesitamos el apoyo de las instituciones de educación y el gobierno a todos los niveles”.
Hemos conversado sobre el Destacamento y su historia, pero en su caso particular, ¿qué labores desarrolló tras graduarse, 45 años atrás?
–Estudié la especialidad de Química y durante 11 años impartí clases a estudiantes de noveno y décimo grado, dos años en la ESBEC Primero de Mayo, un año en los Camilitos y el resto en la Escuela Vocacional Comandante Ernesto Guevara. Compartía mis responsabilidades docentes y políticas como dirigente de base de la UJC, y también miembro del Comité y Buró Municipal y Provincial de la UJC.
“Salí de la escuela para cumplir tareas políticas, como presidenta de Pioneros de la provincia, luego como miembro del Secretariado y secretaria general de la FMC de Villa Clara.
“En 1993 era miembro del Comité Central del Partido y me fue asignada la tarea de trabajar en el Buró Municipal del Partido de Santa Clara, donde tuve el privilegio de desempeñarme bajo la dirección de Lázaro Expósito, en el municipio, y Miguel Díaz Canel, en la provincia.
“En 1998 se me asignó la tarea de dirigir la Delegación Provincial del ICAP en Villa Clara, labor a la cual dediqué 25 años”.
¿Cómo ha influido su experiencia en el Destacamento Pedagógico en esa prolífera trayectoria?
–El Destacamento Pedagógico ha sido esencial en mi vida. Representó mi contribución personal a la Revolución de los humildes por la que lucharon los héroes y mártires. Fue mi respuesta personal de lealtad y compromiso con Fidel, a quien admiro y respeto desde que era una niña, y cuya presencia me acompaña en cada momento.
“Allí se forjaron mis ideales de sociedad justa y la formación del hombre nuevo. Me permitió conocer paradigmas de profesores y seres humanos que no olvidaré, me proveyó de experiencias extraordinarias, y de una preparación profesional e intelectual que me han facilitado hasta ahora cumplir las tareas asignadas en diversos campos, aportar iniciativas y crear nuevos proyectos de trabajo en lo profesional.
“Aunque solo impartí clases de Química 11 años en enseñanza media y uno de Química Física como profesora adjunta del Instituto Pedagógico, en cada responsabilidad que he desempeñado en diferentes organizaciones ha estado presente la labor pedagógica y la educación político-ideológica, sobre las cuales Fidel dijo que eran nuestra principal labor social.
“Por la importancia que ha tenido el Destacamento, a 52 años de la fundación del I Contingente y 45 años de nuestra graduación como primeros Licenciados en Educación, rendimos homenaje al liderazgo del Comandante en Jefe Fidel Castro en la obra educacional cubana; y agradecemos su protagonismo en la fundación y desarrollo de este ejército de jóvenes, convocados en 1972 para integrarse a la batalla contra la ignorancia y por la educación integral de las nuevas generaciones de cubanos”.

Miembros del Destacamento. Foto: Cortesía de la entrevistada.
Fuente: Texto y fotos de Cubadebate