Necesidad de poner fin al bloqueo
Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba. | Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo
Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba. | Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo
Tomado de Ministerio de Relaciones Exteriores
Informe del Secretario General de las Naciones Unidas
En su resolución 74/7, titulada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, la Asamblea General solicitó al Secretario General que, en consulta con los órganos y organismos pertinentes del sistema de las Naciones Unidas, preparara un informe sobre el cumplimiento de esa resolución a la luz de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y del derecho internacional y se lo presentara en su septuagésimo quinto período de sesiones.
A continuación, una selección de las respuestas de los Gobiernos y de los órganos y organismos del sistema de las Naciones Unidas, contenidas en el Informe del Secretario General de las Naciones Unidas.
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo
En el Maafikiano de Nairobi (TD/519/Add.2 y Corr.1), aprobado en julio de 2016 en el 14º período de sesiones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), sobre el tema “De la decisión a la acción: avance hacia un entorno económico mundial inclusivo y equitativo para el comercio y el desarrollo”, se declara:
“Se insta encarecidamente a los Estados a que se abstengan de promulgar y aplicar unilateralmente medidas económicas, financieras o comerciales que no sean compatibles con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, que impidan la plena consecución del desarrollo económico y social, particularmente en los países en desarrollo y que afecten a los intereses comerciales. Esas medidas dificultan el acceso a los mercados, las inversiones y la libertad de tránsito, así como el bienestar de la población de los países afectados. Para que la liberalización del comercio sea útil será necesario también abordar el problema de las medidas no arancelarias, en especial las medidas unilaterales, cuando puedan constituir barreras innecesarias al comercio“.
Cuba ha estado bajo el bloqueo económico de los Estados Unidos desde 1962. La política actual de los Estados Unidos hacia Cuba se estableció en el Memorando presidencial de seguridad nacional sobre el fortalecimiento de la política de los Estados Unidos hacia Cuba, promulgado el 16 de junio de 2017 . Esta directriz estableció una marcada orientación de políticas que, entre otras cosas, tenía por objeto reforzar el bloqueo contra Cuba, en particular mediante restricciones de las transacciones con empresas controladas por determinadas entidades gubernamentales y la eliminación de los viajes individuales de la categoría “pueblo a pueblo”.
Posteriormente, se adoptaron medidas para seguir reforzando las restricciones impuestas a Cuba, entre otras cosas haciendo cumplir todas las disposiciones de la Ley para la Libertad y la Solidaridad Democrática Cubanas (Ley Libertad) de 1996, conocida como la Ley Helms-Burton . En abril de 2019, los Estados Unidos impusieron sanciones a las empresas que se dedicaban a transportar petróleo de la República Bolivariana de Venezuela a Cuba. En junio de 2019, los Estados Unidos restringieron los viajes no familiares. En septiembre de 2019, el país puso un tope al monto de las remesas y prohibió las transacciones en dólares a través de instituciones financieras de terceros. En diciembre de 2019 y enero de 2020, se limitaron los vuelos entre los Estados Unidos y Cuba exclusivamente a La Habana . Por tanto, en 2020 el bloqueo contra Cuba sigue vigente y se aplica.
Tendencias económicas generales
El comercio desempeña un papel fundamental en la economía cubana. Como pequeño país insular con escasez de recursos naturales, capital, tecnología y demanda interna, Cuba necesita de manera acuciante acceso a los mercados internacionales para vender sus productos y lograr acceso a una mayor cantidad y variedad de bienes y servicios, así como capital, tecnología e inversión extranjeras, a fin de cubrir las necesidades internas de su población, fomentar una base productiva robusta y estimular la economía para sustentar su crecimiento y desarrollo. En 2018, las exportaciones de bienes y servicios representaron el 14 % del producto interno bruto (PIB) de Cuba, y las importaciones el 11 %. Entre 2000 y 2018, el ingreso per cápita del país a precios constantes (2010) aumentó de 3.481 dólares a 6.739 dólares. En 2018, el país ocupó el 72º puesto en el índice de desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y fue clasificado como un país con alto índice de desarrollo humano.
Sin embargo, hoy en día las condiciones económicas generales de Cuba no parecen ser favorables para lograr un crecimiento comercial dinámico en el futuro inmediato. Entre 2013 y 2018, la economía cubana registró una tasa media de crecimiento anual de apenas el 1,8 %, considerablemente inferior al 5 % que se considera necesario para que el país alcance una senda de crecimiento sostenible . Si bien se estima que la economía creció a un ritmo más lento, del 0,5 %, en 2019, y se prevé que crezca al mismo ritmo en 2020 , algunas estimaciones recientes sugieren que la economía cubana podría contraerse en un 0,7 % en 2020 . La desaceleración puede atribuirse en cierta medida al efecto del aumento de las sanciones que impiden las transacciones financieras con Cuba y afectan negativamente a las llegadas de turistas, y a las dificultades económicas de la República Bolivariana de Venezuela, que reducen el apoyo bilateral y el suministro de petróleo. La previsión de crecimiento para 2020 requeriría una revisión masiva a la baja, dado el efecto de la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) en el turismo.
La desaceleración del crecimiento es sintomática del estancamiento crónico de la producción nacional y la erosión de la competitividad, que afectan a los sectores productivos de Cuba. Cuba, una pequeña economía insular con un PIB de 97.000 millones de dólares (2017), tiene un sector agrícola pequeño e intensivo en mano de obra, que representa el 4 % del PIB pero emplea al 18 % de la mano de obra , y un sector industrial intensivo en capital que representa el 25 % del PIB pero que solo emplea al 9,6 % de los trabajadores. En cambio, los servicios son el sector dominante de la economía, ya que contribuyen en un 72 % al PIB y al empleo y se han erigido en el principal sector de exportación.
Comercio bilateral entre Cuba y los Estados Unidos
El comercio bilateral entre Cuba y los Estados Unidos es limitado, teniendo en cuenta el tamaño, las complementariedades económicas y la proximidad geográfica de las dos economías . En 2018, el mercado de los Estados Unidos permaneció prácticamente cerrado a los productos cubanos a causa del bloqueo. Las exportaciones cubanas a los Estados Unidos fueron inferiores a 2 millones de dólares, lo que representa menos del 0,1 % del total de las exportaciones de Cuba al mundo.
En cambio, las importaciones de Cuba procedentes de los Estados Unidos eran mucho mayores y sustanciales. En 2018, las importaciones bilaterales de Cuba equivalieron a 432 millones de dólares, lo que representa el 4,3 % de sus importaciones totales. Esas importaciones consistieron principalmente en productos alimenticios básicos (87 % del total), como carne y preparados cárnicos (29 %), y cereales y preparados de cereales (27 %), incluida la carne comestible (por ejemplo, aves de corral), el trigo, el arroz, el maíz y las semillas oleaginosas. Esto refleja el hecho de que las exportaciones agrícolas comerciales de los Estados Unidos están autorizadas desde 2001, aunque sujetas a numerosas restricciones y requisitos de licencia. En la actualidad, los Estados Unidos son uno de los principales proveedores de alimentos y productos agrícolas de Cuba. Las exportaciones comerciales de medicamentos y productos médicos también están autorizadas desde principios de la década de 1990 .
Patrones y tendencias comerciales
El patrón general del comercio de Cuba, que refleja en parte la estructura de la producción nacional, se caracteriza por un déficit persistente en el comercio de mercancías (7.400 millones de dólares en 2018) y un superávit persistente en el comercio de servicios (8.600 millones de dólares). En los últimos años se ha producido una disminución del superávit comercial general, que ha pasado de 3.900 millones de dólares en 2014 a 1.100 millones de dólares en 2018.
Es especialmente destacable que las exportaciones de mercancías cubanas hayan disminuido de manera constante y sustancial entre 2011 y 2016, lo que refleja en parte el debilitamiento de la capacidad productiva y la competitividad nacionales. En 2018, el valor de las exportaciones de mercancías cubanas fue de 2.800 millones de dólares, menos de la mitad del máximo histórico de 6.400 millones de dólares alcanzado en 2011. Por tanto, la participación de Cuba en las exportaciones mundiales de mercancías se redujo a menos de la mitad, del 0,035 % en 2011 al 0,014 % en 2018.
La canasta exportadora de Cuba comprende alimentos básicos, bebidas y tabaco, minerales y metales, productos químicos y otros artículos manufacturados. En 2018, el tabaco (19 %), el azúcar (15 %), los minerales metalíferos (13 %) y los productos médicos y farmacéuticos (11 %) ocupaban una posición destacada entre los principales productos exportados. Aunque su papel en la economía se ha reducido, los cultivos comerciales tradicionales (el azúcar y el tabaco) siguieron siendo las principales fuentes de divisas del país. Además, el sector biotecnológico y farmacéutico que abastece al sistema nacional de atención sanitaria se ha convertido en una importante industria exportadora, mientras que la minería del níquel también ha originado actividades exportadoras viables.
En 2018, los principales mercados de exportación de Cuba eran la Unión Europea (que representaba el 24 % del total de las exportaciones), el Canadá (17 %), la República Bolivariana de Venezuela (16 %), China (15 %) y la Federación de Rusia (5 %). A pesar de una ligera recuperación en 2018, la importancia relativa de la República Bolivariana de Venezuela como mercado de exportación ha disminuido desde 2010. La de la Unión Europea se mantuvo estable, aunque el grupo solía absorber una proporción mucho mayor de las exportaciones cubanas, más del 40 % en 2005. En los mercados mundiales, las exportaciones cubanas estuvieron sujetas a un arancel medio ponderado de aproximadamente el 15 %.
Las importaciones de mercancías, estimadas en 10.000 millones de dólares en 2018, fueron cuatro veces superiores a las exportaciones, ya que Cuba depende en gran medida de las importaciones para el suministro de energía y productos alimenticios esenciales, así como bienes de capital. Los principales artículos importados son los alimentos básicos (21 %), incluidos los cereales y la carne; los combustibles minerales (10 %); los factores de fabricación, como maquinaria y equipo de transporte (31 %); los productos manufacturados (16 %); y otros artículos manufacturados diversos (9 %). Según se informa, Cuba satisface entre el 70 % y el 80 % de sus necesidades alimentarias nacionales con las importaciones. En cuanto a la energía, desde 2000 el país mantiene un acuerdo preferencial para la adquisición de petróleo con la República Bolivariana de Venezuela, en virtud del cual Cuba recibía la cantidad de petróleo equivalente a dos tercios de su consumo interno. Ese suministro disminuyó a principios de 2019 a un tercio del consumo . La sanción impuesta en abril de 2019 a varias compañías navieras que transportaban petróleo entre los dos países puede haber perjudicado el comercio bilateral.
Servicios y remesas
Cuba ha desarrollado una importante capacidad de exportación en el sector de los servicios. En 2018, las exportaciones de servicios del país fueron de 10.700 millones de dólares, y las importaciones, de 2.200 millones de dólares, lo que generó un superávit comercial de 8.600 millones de dólares, como se ha indicado. Los principales sectores de exportación son los servicios profesionales, especialmente de personal médico para la República Bolivariana de Venezuela, y el pujante sector turístico.
El turismo ha crecido significativamente desde mediados de la década de 1990. Las llegadas de turistas alcanzaron los 4,7 millones en 2018, pero luego disminuyeron a 4,3 millones en 2019, lo que perjudicó a las empresas del sector privado y mermó los ingresos del turismo . En 2018, los servicios relacionados con viajes generaron 3.000 millones de dólares en exportaciones, por lo que representó cerca del 30 % del total de las exportaciones de servicios. El desarrollo ulterior de los servicios turísticos se ha visto limitado por medidas de los Estados Unidos como la prohibición de los viajes educativos “pueblo a pueblo”. Actualmente, la normativa de los Estados Unidos solo permite viajar a Cuba a quienes realizan unas actividades específicas y cuentan con el correspondiente permiso.
Las corrientes de remesas enviadas a Cuba en 2018 por migrantes y trabajadores en el extranjero ascendieron a 4.500 millones de dólares. Se estima que, en 2017, 3.500 millones de dólares procedían de los Estados Unidos . El monto de las corrientes totales de remesas fue superior al monto total recibido por las exportaciones de mercancías del país y equivalía al 4,3 % de su PIB. Las remesas han sido la principal fuente de financiación externa y podrían servir de capital de inversión para los hogares y las empresas privadas. Se prevé que la decisión adoptada por los Estados Unidos en septiembre de 2019 de limitar las remesas familiares a 1.000 dólares por trimestre, entre otras cosas, frene las corrientes de remesas hacia el país.
Conclusión
Las recientes medidas adoptadas por los Estados Unidos han intensificado las sanciones económicas y endurecido el bloqueo contra Cuba. Por consiguiente, el bloqueo sigue en vigor y continúa obstaculizando el desarrollo sano de las relaciones comerciales entre los dos países vecinos, lo cual sigue siendo un motivo de preocupación para Cuba ya que el comercio desempeña un papel fundamental en su economía. Hasta la fecha, el bloqueo ha obstaculizado los esfuerzos del país para utilizar el comercio como instrumento de desarrollo sostenible, en particular mediante la ampliación de las actividades prometedoras del turismo y de los servicios profesionales, así como mediante el uso productivo de las remesas. Esto es aún más preocupante a la luz de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que describen el comercio internacional como un medio esencial para su implementación.