Manuel Delgado Pérez, hoy, peina canas y vuelve atrás su mirada. Era apenas un adolescente cuando decidió su vida, integraría el Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech, sin saber que escribía la historia. «Desde entonces me enamoré de ser maestro», aseguró.
Tomado de CMHW
Segunda Revolución educacional en Cuba. Hace cinco décadas un grupo de adolescentes, estudiantes casi todos de décimo grado, dijeron sí al llamado de Fidel.
El país necesitaba de maestros en el gran empeño de formar a las nuevas generaciones en las escuelas modernas que florecían por doquier en esos momentos.
Como antes lo hicieron los alfabetizadores, ellos no lo dudaron, dicen que les pusieron las palabras del Che , les dieron a conocer la convocatoria del líder de la Revolución Cubana y desde entonces, fueron alumnos y profesores, un reto que vencieron, incluso a sabiendas de que sería difícil, que no cumplirían sus propósitos de ser profesionales de otras ramas, vencieron en muchos casos los criterios adversos de las familias, que en algunos casos no aprobaron su decisión, y se fueron a cualquier sitio de la geografía cubana a fundar sueños.
Manuel asegura que «el Destacamento ha sido nuestra vida, y a partir de ahí cumplimos disímiles tareas. Hemos escrito un libro con la historia de ese acontecimiento, porque es un hito en la educación cubana y en la historia del país», aseveró.
Cuando indagamos con este hombre acerca de las huellas que dejó en él la fundación del Pedagógico, no vacila en responder «nuestros profesores, ellos lo dieron todo para prepararnos, luego fueron nuestros compañeros de labor, y nuestros amigos, a ellos le debemos lo que somos. Fueron nuestros padres, nos formamos en nueve especialidades, y no teníamos ninguna experiencia, pero ellos supieron conducirnos», confesó.
Manuel Delgado recuerda que «dimos el paso al frente porque el país nos necesitaba, pero cuando entré al Destacamento, me enamoré de ser maestro, hoy siento tremenda alegría cuando veo a profesionales de diversas ramas que me recuerdan como su profesor, y nos sentimos muy orgullosos de haber sido protagonistas de ese momento inolvidable de nuestro país».