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La seguridad social se expresa con acciones en Cuba

Desde el pasado día 17 los pensionados y jubilados comenzaron a recibir el beneficio del incremento salarial y, desde ayer, fue depositado el anticipo para los asalariados.

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Tomado de Granma

En 2020 el Gobierno cubano destinó 371 millones de pesos a la asistencia social, lo que garantizó protección económica a más de 184 000 personas, incluidas madres de hijos con discapacidad severa, beneficiados del servicio de asistencia social a domicilio y personas con discapacidad, lo cual expresa la esencia humanista de la Revolución, en un año marcado mundialmente por el efecto negativo de la pandemia de la COVID–19, no solo en los sistemas de Salud, sino también en el mercado laboral. A la dura realidad de Cuba, se suma, además, el peso de un injustificado bloqueo económico, financiero y comercial desde Estados Unidos.

Esa atención priorizada, que tradicionalmente el país ha sostenido, con o sin pandemia, y bajo el castigo del bloqueo, es también un principio que mantiene y defiende la Tarea Ordenamiento, y se incluye dentro de la generalidad de las nuevas normativas.

«La pandemia provocó la paralización de importantes actividades laborales en el país, pero las medidas adoptadas cubrieron salarialmente a los trabajadores. Esa es la ventaja de nuestro sistema social: mientras en el mundo se producían despidos masivos, en Cuba se procuró mantener un ingreso a todos los trabajadores», afirmó Yudelvis Álvarez Fonseca, directora jurídica del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

También se mantuvo el pago de las pensiones y de los subsidios por enfermedad. «Nadie ha quedado desamparado en medio de la situación económica mundial que desató la enfermedad, y del recrudecimiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos».

El pueblo fue protegido con las medidas como estas:

  • Se fomentó el trabajo a distancia, que incluye el teletrabajo.
  • Se protegieron a los adultos mayores de 60 años y menores de esta edad que resultaban vulnerables.
  • Se protegieron a las madres, padres y tutores con niños en círculos infantiles, en la enseñanza primaria y especial.
  • Se adoptaron medidas de carácter fiscal y se protegieron a los trabajadores por cuenta propia que, como consecuencia de la pandemia, no reorientaron sus actividades y no pudieron ser reubicados.
  • Se mantuvo el pago de las prestaciones monetarias por el Régimen de la Asistencia Social.

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