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La Historia el 20 de Abril

Esbirros de la dictadura batistiana asesinan en Humboldt 7 a los revolucionarios Fructuoso Rodríguez, Juan Pedro Carbó Serviá, José Machado y Joe Westbrook, participantes en el asalto al Palacio Presidencial, el 13 de marzo.

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Tomado de Agencia Cubana de Noticias

  • 1957: Esbirros de la dictadura batistiana asesinan en Humboldt 7 a los revolucionarios Fructuoso Rodríguez, Juan Pedro Carbó Serviá, José Machado y Joe Westbrook, participantes en el asalto al Palacio Presidencial, el 13 de marzo. Los jóvenes fueron víctimas de una cobarde delación. Sobre las cinco de la tarde de ese día, el sanguinario, Esteban Ventura Novo y otros connotados criminales del régimen asaltaron el apartamento donde se ocultaban los revolucionarios, quienes fueron salvajemente masacrados.

  • 1958: Muere heroicamente en un enfrentamiento con esbirros de la tiranía, el joven revolucionario Mario Reguera Gómez (Reguerita) quien participa en una acción preparada en homenaje a los caídos en Humboldt 7.Tuvo una activa participación en las manifestaciones estudiantiles y revolucionarias y mantuvo permanente vínculo con toda actividad que se realizara contra Fulgencio Batista, tanto en el Asalto a Radio Reloj, como en la huelga del 9 de abril.

Cuba no olvida el horror de Humboldt 7

En la tarde del 20 de abril de 1957, el lente de un fotorreportero de la época inmortalizó una de las imágenes más dolorosas de los años de dictadura batistiana. Un niño, con las manos a su espalda, observa con horror el caudal de agua con que pretendieron borrar la sangre que dejó en el suelo el cuerpo acribillado de Juan Pedro Carbó Serviá, uno de los cuatro jóvenes asesinados aquel sábado, en el edificio número 7 de la calle Humboldt, en La Habana.

La imagen del pequeño Héctor Rodríguez González, hijo del conserje del edificio capitalino, se convirtió en la portada de revistas y diarios del día siguiente.

Como si no fueran suficientemente atroces los sucesos de Humboldt 7, la inocencia del niño frente al crimen le da un tinte aún más dramático, cuando mira con tristeza la estela en la escalera. Sabe lo que nadie a su edad debería conocer: el revolucionario fue arrastrado desde el primer piso hasta la entrada del edificio, con el cuerpo agujereado por las balas.

El niño no pudo olvidar nunca aquella tarde. Cuatro jóvenes del Directorio Revolucionario se refugiaban en el apartamento 201 del edificio que daba al mar. La tranquilidad de la tarde fue interrumpida por salvajes culatazos contra la puerta de esa vivienda del segundo piso.

Los sicarios del dictador Batista buscaban a Fructuoso Rodríguez, Juan Pedro Carbó Serviá, José Machado (Machadito) y Joe Westbrook, jóvenes entre 20 y 24 años, que acompañaron a José Antonio Echeverría en el asalto al Palacio Presidencial y a Radio Reloj, el 13 de marzo de 1957.

A 63 años del crimen, la secuencia de hechos que siguió a los golpes a la puerta aún es aterradora. Carbó trató de huir por el elevador y fue ametrallado con saña. Joe saltó a un apartamento del primer piso y se quedó sentado en la sala, junto a su vecina, como si fuera un visitante. Fue descubierto e igualmente asesinado a quemarropa.

Fructuoso y Machadito lograron correr hasta el final del pasillo y saltar por una ventana. La caída de ocho metros provocó que el primero yaciera inconsciente, y el segundo, quedara con ambos tobillos quebrados, incapaz de moverse. Fueron ultimados con ráfagas de subfusil Thompson.

El niño fue testigo de cómo los cuatro jóvenes fueron arrastrados por el pelo desde el lugar donde les asesinaron, hasta la acera frente al edificio. Los exhibieron por unos minutos y los lanzaron, más tarde, sobre un camión. Las protestas y sollozos de los vecinos fueron acallados por ráfagas al aire.

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