Hace unos años tuve la oportunidad de tener en mis manos un libro escrito por la DrC. Nancy Chacón Arteaga, titulado “Pensamiento pedagógico de Fidel Castro. Educación ética y en valores”, material de estudio muy útil para los educadores cubanos y del cual hoy compartimos algunas ideas con nuestros lectores, a partir de los significativos aportes realizados por nuestro Comandante en Jefe a la Educación:
- La concepción humanista de la educación a partir de las ideas de
José Martí sobre: “Ser cultos es el único modo de ser libres” y “al
venir a la tierra todo hombre tiene el derecho a que se le eduque y
después en pago contribuir a la educación de los demás”, con lo
cual la Revolución cubana liderada por Fidel, desarrolla dentro de
sus primeras tareas la gigantesca campaña de la alfabetización,
que llevara a Cuba a ser “Territorio libre da analfabetismo” el 22 de
diciembre de 1961. Esta fue una acción de base que posibilitó
abrir los caminos del desarrollo científico técnico y cultural, que
hemos alcanzado ya en el Siglo XXI, aún el bloqueo yanqui. - La definición del “Deber Ser” del maestro cubano como educador por
excelencia de la sociedad, formulado en su discurso del 7 de julio
de 1981, en la graduación del 9no contingente del Destacamento
Pedagógico “Manuel Ascunce Doménech” en el polígono de Ciudad
Escolar Libertad. En este documento histórico, el comandante en
Jefe abrió la concepción de la Ética no solo como un elemento
normativo externo de la conducta del maestro, sino que lo
presentó como una concepción imprescindible para la pedagogía si
de educar se trata a las nuevas generaciones, como a la sociedad
toda, en su idea de la sociedad cubana, sus factores o agentes
socializadores funcionando orgánicamente como una gran escuela. - Las definiciones sobre Educar, entendidas como un complejo
proceso, multidisciplinario e interdisciplinario y en el que
intervienen múltiples factores e influencias personales y sociales,
de “sembrar valores, ética e ideales revolucionarios”, reafirmando
su idea de que “sin educación no hay revolución” y de que la “la
Revolución es hija de las ideas y de la cultura”. - El papel de la familia en la educación moral y de la formación ética,
se aprecia en todas sus intervenciones referidas a los temas
educativos e ideológicos, así se aprecian en intervenciones como la
del 7 de julio de 1981, en su entrevista “Fidel y la Religión” del
religioso brasileño Frey Betto, en el discurso histórico en diálogo
con los jóvenes en el Aula Magna de la Universidad de la Habana el
17 de noviembre del 2005, entre otros, como los referidos a los
aniversarios de la Federación de Mujeres Cubanas”. - La formación de Trabajadores Sociales, las Escuelas de Superación
para Jóvenes, la Universalización de la Educación Superior, son
solo algunos entre muchos otros los programas en marcha desde el
2000 como expresión de la Batalla de Ideas, ganada con los
conocimientos, la cultura y la obra de realizaciones concretas, no
solo de cosas en el campo material para la satisfacción de las
necesidades vitales en este plano, sino en la actitud Y conducta
ante la vida, siendo consecuente entre el pensamiento, lo que se
dice, el modo de vida y el accionar diario, como base del prestigio
moral, honradez y honestidad de las personas, es decir la
necesidad de la relación entre lo material y lo espiritual, la
dialéctica entre lo objetivo y lo subjetivo, teniendo este último el
papel activo de esta relación, en otras palabras: el factor humano,
su conciencia, sus valores. - El concepto de Revolución y su valor metodológico para la
educación y la pedagogía, en que cada uno de sus sentenciosos
asertos, derivan principios que encierran una profunda concepción
revolucionaria y humanista del hombre en su carácter de ser social,
en su interacción activa y transformadora con el medio, las demás
personas y consigo mismo, así como las ideas metodológicas que
en su conjunción apuntan a un sistema de ideas que podemos
entender como principios de una didáctica de la educación de los
seres humanos.