El Ministerio de Educación se enorgullece de contar con madres de la estirpe de Mariana. Reciban nuestro respeto, agradecimiento entrañable y la más sincera felicitación de los educadores cubanos.
Cuando se hable de las madres cubanas, es imposible dejar de evocar a nuestro Héroe Nacional José Martí cuando expresara. “… las madres son amor, no razón, son sensibilidad exquisita y dolor inconsolable” “… los brazos de las madres son cestos floridos”.
En tiempos tan complejos para el mundo, Cuba ha sabido crecerse ante las dificultades y sin dudas el papel de las madres en el empuje de la familia ha sido indispensable; madres educadoras que laboran en nuestras instituciones o llevando las actividades docentes televisivas a cada uno de los hogares, obreras, profesionales de la salud que arriesgan hasta su propia vida dejando atrás la familia para cuidar y sanar a nuestro pueblo, trabajando sin descanso en los centros de aislamiento para pacientes con la Covid-19.
Gracias por ser el hombro en el que llorar cuando nos entristecemos, gracias por ser compañera de risas y celebraciones, por guiarnos y aconsejarnos y sobre todo por estar cuando las necesitamos. Gracias por darnos la vida.
El Ministerio de Educación se enorgullece de contar con madres de la estirpe de Mariana. Reciban nuestro respeto, agradecimiento entrañable y la más sincera felicitación de los educadores cubanos.