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Desde el año 1998 la Dirección de Educación Especial del Ministerio de Educación de Cuba, de conjunto con las Universidades de Ciencias Pedagógicas del país, con la participación de la Asociación Nacional de Sordos (ANSOC), y teniendo en cuenta los resultados de la experiencia acumulada por los docentes en la labor con niños y adolescentes con discapacidad auditiva, han enfrentado un nuevo reto en la Educación Bilingüe, la que permite el trabajo con ambas lenguas, la de señas y el español oral y escrito.

Asumir el Modelo de Educación Bilingüe para educandos con discapacidad auditiva desde una concepción histórico cultural, significa en resumen, considerara estos niños como los seres sociolingüísticos diferentes, con potencialidades para acceder a dos sistemas lingüísticos (en Lengua de Señas y Lengua Española en su modalidad escrita y oral), dada la necesidad de recibir elementos de la cultura general, que le permitan interactuar en un entorno comunicativo bilingüe, insertándose así a la vida sociolaboral activa.

Al mismo tiempo, crece el compromiso con la educación de los niños y adolescentes hipoacúsicos y la necesidad de perfeccionar la labor, relacionada con el desarrollo en ellos del lenguaje oral, como su primera lengua, a partir de la estimulación sistemática de su audición residual. Asimismo, el trabajo con los niños sordos con Implante Coclear, en los cuales se debe potenciar la comunicación oral y el complemento con otros sistemas alternativos porque no pierde su condición de persona sorda.

Toda esta labor se efectúa de conjunto con las transformaciones que se llevan a cabo en diferentes niveles educativos, la necesidad de crear las condiciones en nuevos contextos educativos inclusivos y socio-económicos para la formación integral que los educandos con esta discapacidad, en función de su plena integración social con un basamento jurídico, tanto en el marco internacional como nacional.

La Educación de los niños y adolescentes con discapacidad auditiva responde al fin y objetivos generales como parte del Sistema de Educación Especial cubana y además, tiene sus objetivos específicos.

El cumplimiento de los objetivos específicos de la Educación de los niños y adolescentes con discapacidad auditiva está sustentado en los Objetivos priorizados de la Educación Especial y sus precisiones para cada curso escolar, por lo que se requiere de las acciones con un enfoque preventivo, correctivo y compensatorio que maticen la organización y el desarrollo de las actividades pedagógicas, psicológicas, lingüísticas y sociales y se materialicen en las diferentes direcciones de trabajo, que son siguientes:

1. Capacitación y especialización de los directivos, maestros, especialistas que se desempeñan en el proceso de enseñanza-aprendizaje con niños y adolescentes con discapacidad auditiva.

Se desarrolla a partir de una estrategia diseñada para garantizar la especialización y capacitación de los directivos, maestros y especialistas, diseño del sistema de trabajo metodológico, teniendo en cuenta el universo de los niños y adolescentes con esta discapacidad y las características de cada territorio, las particularidades audiológicas y psicopedagógicas de los educandos, así como sus potencialidades para aprender.

2. Detección y Estimulación Temprana.

Constituye una premisa básica para aprovechar la etapa sensitiva en el desarrollo de los niños sordos e hipoacúsicos y brindarles la oportunidad de interactuar en un ambiente natural, donde ellos puedan desarrollarse a partir de sus potencialidades. Esta labor se realiza en coordinación con la Comisión de Audiología en cada provincia, con el apoyo de los especialistas de los Centros de Diagnóstico y Orientación, las Comisiones de Apoyo al Diagnóstico de las escuelas especiales para niños con discapacidad auditiva y Educación Preescolar, así como con una participación protagónica de las familias y de la comunidad sorda.

3. Desarrollo de la competencia comunicativa de los niños, adolescentes y jóvenes sordos e hipoacúsicos.

Todo niño necesita de un ambiente en el que se hable de manera natural. La creación de un entorno comunicación al con la prioridad del uso de la lengua de señas para los niños sordos y al lenguaje oral para los hipoacùsicos, lo que constituye una condición indispensable para el desarrollo de sus habilidades comunicativas.

En caso de los educandos sordos, este proceso debe estar encaminado a que el medio de comunicación que use en la vida diaria, sea fundamentalmente La Lengua de Señas, por lo que se debe fomentar el estudio lingüístico de la esta y perfeccionar el trabajo metodológico para lograr su mejor aprendizaje.

Esta labor requiere de la planificación necesaria y la evaluación sistemática de los niveles de desarrollo alcanzándoos por el educando en los diferentes componentes de su lengua natural, en función de elevar su competencia curricular y comunicativa, lo que responde a las exigencias de un ser bilingüe y su integración sociolaboral.

La incorporación de personas sordas como maestros o auxiliares pedagógicos en los centros educativos para niños con discapacidad auditiva propicia esta comunicación, por el hecho de que estas personas son hablantes fluidos de la lengua de señas, lo que exige de una preparación metodológica para su desempeño profesional.

Por otra parte, brindar el derecho al niño sordo a crecer como una persona bilingüe, significa que a partir de su primera lengua (lengua de señas) él debe tener la posibilidad de acceder a una segunda lengua (Lengua española) en su expresión escrita y/o oral, según sus potencialidades. La tendencia bilingüe, hace referencia fundamentalmente a la modalidad escrita, cuya apropiación por el sordo es más fácil y directa y el empleo de la lectura labiofacial y dactilología, procedimientos que deben constituir la base para la comprensión del lenguaje oral, pues ofrecen un modelo de estimulación viso-espacial que es natural en la percepción del sordo.

En caso de los educandos con audición residual considerable el Modelo Educativo bilingüe que propicia el acceso al currículo ordinario a partir de la Lengua Española como primera lengua, no obstante, se considera que estos alumnos deben también tener acceso a una segunda lengua que en este caso sería la Lengua de Señas cubana. Para determinar las potencialidades de desarrollo de la competencia comunicativa de estos educandos se deberá partir en principio del criterio de funcionalidad de los educandos desde las primeras edades.

4. Funcionamiento de la Escuela especial para los educandos con discapacidad auditiva como Centro de recursos y apoyos metodológicos.

Se crean las condiciones físicas y metodológicas para que cada escuela especial para los niños y adolescentes con discapacidad auditiva funciona como Centro de recursos y apoyos metodológicos para los niños, adolescentes y jóvenes sordos e hipoacùsicos que se encuentran integrados en diferentes niveles educacionales.

5. Currículo

Los educandos con discapacidad auditiva transitan por el mismo currículo básico que los oyentes, donde la distinción se establece en función de la prioridad del uso de las lenguas, en dependencia de las potencialidades auditivas para acceder al español oral y escrito, mediante el canal auditivo-vocal. La escuela especial incluye, además, las asignaturas del currículo especìfico: Lengua de Señas cubana (con el maestro sordo), Tratamiento al Desarrollo de las Habilidades Comunicativas, Educación Auditiva.

5 Continuidad de estudio.

Las políticas educativas cubanas permiten a los educandos con discapacidad auditiva transitar por los diferentes niveles educacionales para insertarse a la sociedad mediante un oficio, como Técnico Medio o Universitario.

Para esto se desarrollan diferentes acciones, entre estas:

  • la preparación y capacitación emergente y perspectiva de las estructuras de dirección y los profesores del centro integrador, así como la profesionalización de los interpretes;
  • las actividades dirigidas a la sensibilización de los educandos oyentes, las familias y la comunidad.
  • ubicación de un intérprete en los centros de diferentes niveles educativos, donde están incluidos los educandos con discapacidad auditiva (hasta la universidad);
  • desarrollo de la labor de orientación y seguimiento de los estudiantes que se encuentran en el proceso de continuidad de estudio;
  • servicio de un maestro de apoyo.

6. Fortalecimiento del vínculo con los organismos, organizaciones, asociaciones y las familias.

El trabajo en esta dirección está dirigido a fomentar la labor de conjunto con todos los agentes educativos de la comunidad. Se destacan las acciones conjuntas con la Asociación Nacional de Sordos de Cuba (ANSOC) de interés mutuo y que están dirigidas al perfeccionamiento de la educación, perspectivas de desarrollo para los niños y adolescentes con discapacidad auditiva (comunicación, capacitación de los intérpretes, cultura, orientación profesional, entre otros). Además, se llevan las acciones sistemáticas para capacitar las familias y propiciar a través del conocimiento una mayor sensibilización por parte de la comunidad hacia las personas sordas e hipoacúsicas.

En el trabajo con las familias y comunidad es preciso que se tenga presente una caracterización objetiva de estos agentes educativos a partir de un diagnóstico fino, con énfasis en sus potencialidades, utilizando como técnicas principales, las dinámicas familiares, los psicodramas, los talleres, las conferencias y sobre todo mediante la interacción con las personas sordas, demostrando sus potencialidades para el liderazgo y la integración social.

7. Atención a niños y adolescentes con discapacidad auditiva, que presenten, además, otras necesidades educativas especiales.

Las acciones en esta dirección están dirigidas a la profundización del diagnóstico y la prevención de las consecuencias de estas discapacidades, creación de las condiciones educativas y ambientales para garantizar el currículo funcional y a partir de las particularidades y potencialidades de cada uno de estos niños, así como la preparación y capacitación sistemática de los docentes, familias y de comunidad para lograr una mayor sensibilización y preparación de estos niños para la vida futura adulta e independiente a partir de la concepción que todos los niños aprenden de manera diferente.

8. Implementación de las ayudas técnicas y tecnologías.

Las acciones en esta dirección de trabajo están dirigidas al máximo aprovechamiento de todas las potencialidades que brindan las nuevas tecnologías y ayudas técnicas para la educación con calidad de los niños y adolescentes con discapacidad auditiva.

Una especial atención se debe prestar a las acciones, relacionadas con el óptimo aprovechamiento del implante coclear no solamente por el alto costo de esta novedosa ayuda técnica, sino también por el potencial que este tiene para el desarrollo de la función auditiva, comunicativa y didáctica en el proceso de enseñanza -aprendizaje de los educandos con esta discapacidad y especialmente, para el desarrollo del lenguaje oral desde el enfoque comunicativo funcional de la lengua.

9. Fortalecimiento del movimiento cultural y deportivo.

Se estimulan todas las potencialidades de los sistemas sensoriales de los niños y adolescentes con discapacidad auditiva desde las primeras edades para su cultura general e integral, priorizando el uso de artes plásticas, teatro y la pantomima. Además, se propiciará la participación activa en festivales y concursos, tanto dentro, como fuera de la Educación Especial.

En el caso del movimiento deportivo se hace imprescindibles fomentar el desarrollo de todas las alternativas posibles, teniendo en cuenta las aptitudes y potencialidades de los alumnos sordos e hipoacúsicos, así como las características del territorio en la ejecución de los eventos, olimpiadas y torneos municipales, provinciales y nacionales, con prioridad de los encuentros en la comunidad.

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