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Cuando el impacto del bloqueo se siente en carne propia

Rafael Macías Macías con 58 años de edad, y 39 en el sector de la Educación en el avileño municipio de Morón, considera que en este largo trayecto profesional, ha sido testigo directo del impacto negativo del bloqueo en un sector tan sensible como el de la enseñanza.

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Tomado de Página de Facebook Dirección Municipal de Educación, Morón, Ciego de Ávila

Como docente de instituciones educativas de primaria, secundarias básicas y preuniversitarios, ha sentido en carne propia que el bloqueo asfixia con el único objetivo de desvanecer a los pueblos.

Recuerda su estancia como profesor en el Preuniversitario en el campo Eulogio Fernández, en la zona citrícola de Nereida, donde se carecía de herramientas agrícolas para que los estudiantes vincularán el estudio con el trabajo, con limitaciones para adquirirlas, entre ellas, los llamados jolongos para la recolección de naranjas.

“Algo similar sucede aún con la base material de estudio, para cubrir las necesidades de las distintas enseñanzas”, afirma Macías, quien explica que han sido válidas las alternativas para no detener el proceso docente educativo.

Rafael Macías en su condición de director, muestra el Laboratorio de Computación de la Secundaria Básica “Alfredo Álvarez Mola”, en esta ciudad de Morón, donde varios equipos permanecen con desperfectos técnicos, sin una solución factible por carencia de componentes técnicos, donde han sido necesarios los aportes de los innovadores, sin excluir las limitaciones en el completamiento del uniforme escolar por las reducciones impuestas por el bloqueo.

“A esa situación nos venimos enfrentando durante cerca de cuatro décadas con la máxima de que el que quiere hacer, busca medios, el que no quiere, busca dificultades”, plantea este educador, Master en Ciencias.

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