• En el orden tecnológico las limitaciones son notables. Durante la última década la política educacional cubana se basa en el manejo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. No obstante, este empeño se ve cercado como consecuencia del bloqueo, fundamentalmente por las trabas para acceder a herramientas informáticas y por el restringido ancho de banda disponible para la conexión a Internet. 
  • El Ministerio de Educación, al igual que todas las instituciones del país, se ve limitado en el acceso a las plataformas de video conferencia de alta calidad y las más usadas en la actualidad como son Zoom, Adobe Conet y Webex,  lo que dificulta en muchas ocasiones la participación de funcionarios cubanos en numerosas reuniones no presenciales, participación en eventos e intercambio científico pedagógico.
  •  Es insuficiente la disponibilidad técnica en televisores y equipamiento técnico para el desarrollo del proceso docente-educativo, por la imposibilidad de adquirir a menor precio, las piezas necesarias para reparar los que se afectan por el uso continuado. 
  • Otro impacto negativo de la política de asfixia económica contra la educación es la reducción de los planes editoriales por problemas de materias primas como el papel, lo que limita la producción de bibliografías para las bibliotecas escolares y materiales didácticos necesarios para un eficiente proceso docente y una mayor calidad en la preparación de los estudiantes y docentes.
  • Imposibilidad de adquirir implementos deportivos, así como recursos para la habilitación de gimnasios y áreas deportivas para la Educación Física en todos los niveles de enseñanza.