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Sobre el ordenamiento económico en Cuba

Alejandro Gil Fernández reiteró hoy la importancia del ordenamiento monetario, parte imprescindible de la Estrategia Económica y Social de Cuba y cuya implementación ayuda a la solución de problemas estructurales de nuestra economía

Tomado de Agencia Cubana de Noticias 

El ordenamiento monetario que se va a llevar a cabo en Cuba no es un mal necesario, no es un retroceso, es una medida que permitirá al país estar en mejores condiciones para impulsar su economía y hay que enfrentarlo con visión práctica y optimista, aseveró hoy el viceprimer ministro Alejandro Gil Fernández.

El también ministro de Economía y Planificación explicó en el espacio radiotelevisivo Mesa Redonda que se harán las cuatro tareas anunciadas (resolver la dualidad cambiaria, la monetaria, eliminar gratuidades excesivas y subsidios indebidos y hacer una transformación de los ingresos) debido a que una lleva a la otra y son necesarias para la transformación de la nación.

Sobre el proceso de unificación monetaria y cambiaria, Marino Murillo Jorge, miembro del Buró Político y Jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos, recordó que se hará quitando el peso cubano convertible (CUC), debe llevarse a cabo un día primero de un mes y el Banco Central de Cuba anunciará que este no se emitirá más.

Hay que dar un tiempo para que las personas cambien ese CUC y el Estado lo irá recogiendo durante un período de tiempo que se está pensando no sea inferior a seis meses, señaló.

Hay una declaración del gobierno y es que nadie va a perder la capacidad de cambio del peso convertible por los 24 pesos actuales, puntualizó Murillo Jorge.

Destacó que la unificación cambiaria no va a ser un proceso dilatado ni escalonado, pero sí va a conllevar una devaluación alta, la cual se realiza buscando competitividad e impone un nivel de presión sobre el sistema empresarial que tiene que enfrentar los efectos.

Por ejemplo, los insumos importados suben su valor y en correspondencia todos los precios mayoristas tienen que subir, especificó, a la vez que señaló que la reforma de salario es parte de los gastos de las entidades y también irá a los precios.

Se va a producir un proceso de traspaso de la devaluación a los costos de los productos y algunos van a tener reflejo desde el primer día; el problema es lograr que el crecimiento de los precios mayoristas no crezcan más de lo diseñado, sentenció.

En el sistema empresarial, un grupo de empresas van a tener que hacer un esfuerzo grande para soportar la devaluación, y en un primer año pudieran tener pérdidas, por eso se ha diseñado un determinado nivel de recursos financieros para en ese periodo subsidiarle pérdidas y con ello se garantiza que se mantengan bienes de primera necesidad y no se genere desempleo.

La devaluación va a propiciar la corrección de precios relativos, que es una de las cosas más importantes que se va a lograr en el sistema empresarial, es decir, que las materias primas nacionales sean más baratas que las importadas, subrayó.

Actualmente en los costos de las entidades, las materias primas importadas representan el nueve por ciento y las nacionales el 30 por ciento, pero cuando se haga el proceso de devaluación, los importados suben en los costos a un 28 por ciento y los nacionales van a un 18 por ciento, ejemplificó Murillo Jorge.

La devaluación permitirá, además, medir correctamente la sustitución efectiva de importaciones porque posibilitará comparar precios de productores nacionales con los del mercado internacional.

Añadió que existirá inflación y lo más importante es que no sea más grande que la diseñada y hay métodos para lograrlo.

A un reducido grupo de productos se mantendrán precios centralizados, entre ellos los transversales en la economía (por ejemplo, los combustibles) y los que no son centralizados van a ser formados por el sistema empresarial bajo determinados límites.

Existe un grupo de bienes en el mercado minorista que tienen que ver con el consumo de la población y su formación se va a mantener centralizada; algunos mantendrán subsidios y otros no.

Los precios de los que hoy se reparten por la libreta de abastecimiento, que es una canasta familiar normada, van a continuar siendo centralizados y además regulados mediante este mecanismo, puntualizó Murillo Jorge.

Precisó que hay otros métodos indirectos para controlar precios como el incremento de la oferta, ahora un poco difícil por el contexto, pero se emplearán otros.

 

 

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