El Ministerio de Educación de la República de Cuba patentiza su más enérgico rechazo a los incidentes contra la propiedad del Estado, los agentes de orden público y la tranquilidad ciudadana.

Es imposible no acudir a la Historia de Cuba, cuando suceden hechos tan indignantes como los ocurridos, máxime cuando detallamos bien en los que irrumpieron la tranquilidad ciudadana, provocando daños a la propiedad social y a nuestros agentes del orden público. Se olvidan que esta Revolución fue la que convirtió a un pueblo, donde eran comunes los analfabetos totales y analfabetos funcionales, en protagonista de hazañas científicas y culturales, que el capitalismo nunca visibilizó, muy al contrario, desde sus inicios ha intentado frenar su desarrollo económico y social, con un bloqueo criminal y genocida que afecta a todos los sectores de la sociedad, fundamentalmente a las familias cubanas.

A pesar del incremento de las medidas restrictivas en el orden económico y comercial por parte del gobierno de los Estados Unidos, unido a una pandemia que afecta al mundo entero, Cuba ha logrado producir cinco candidatos vacunales, de los cuales ya uno, por su efectividad, fue aprobado como vacuna.

Nuestra infancia también se beneficia del desarrollo científico en este aspecto, al iniciar el ensayo para inmunizar a niños y adolescentes del covid-19 con una combinación de dos de sus candidatos vacunales, cumpliendo con el estricto protocolo ético y las buenas prácticas clínicas. Ningún país del mundo lo ha logrado.

De conjunto con el Ministerio de Salud Pública se crearon las condiciones para convertir las instituciones educativas en centros de aislamiento y en vacunatorios.

Nuestros trabajadores han participado en tareas de impacto en medio de la difícil situación epidemiológica. Cerraron instituciones, pero no se detuvo el curso escolar, se hizo un esfuerzo grandioso para transmitir orientaciones televisivas y que nuestros estudiantes recibieran los contenidos.

Se mantuvieron funcionando instituciones educativas y hogares de niños sin amparo familiar, creándoles todas las condiciones para su desarrollo. Los círculos infantiles garantizaron el cuidado de los infantes cuyas madres resultan imprescindibles para el desarrollo de actividades productivas, de defensa o científicas en tan difíciles circunstancias.

En momentos como estos hay que convocar a la unidad del pueblo por el bien común, todos juntos: educadores, médicos, científicos, obreros, campesinos, artistas, intelectuales, estudiantes; cada uno desde su puesto contribuyendo a salvaguardar las conquistas de la Revolución y luchando contra los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero,  sin olvidar nunca que los traidores a la Patria no quieren otra cosa que volver a la  anexión.

Presidente, su ejército de Educadores está formado, reafirmando que estaremos siempre con la Revolución, que es seguir siendo fieles al legado de Fidel y Raúl. ¡Fuerza Cuba! ¡Viviremos y venceremos!