Tomado de Presidencia Cuba

El profesor en Cuba como ciudadano de una sociedad socialista, como ciudadano revolucionario, como protagonista esencial en los procesos formativos de sus estudiantes; maestro que adquiere sus herramientas en una escuela de pedagogía -de larga tradición emancipadora-, y que seguidamente forma a generaciones donde habita el futuro del país. De tal asunto, estratégico para la Revolución, se conversó este lunes entre la dirección del país e integrantes del claustro profesoral de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”.

Justamente fue en ese intercambio donde el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, habló sobre la importancia de preparar bien «a los profesores como ciudadanos, con ese concepto de ciudadanía en las condiciones nuestras», para que la transmisión de saberes en pos de una formación humanista tenga éxito.

La vida nos está diciendo –expresó el Jefe de Estado- que en estos tiempos de acciones transformadoras en los barrios, de fortalecer conceptos como poder popular, democracia o participación, «tenemos que enseñar a los estudiantes a ser ciudadanos en una sociedad como la nuestra, para que puedan ejercer el ejercicio de la democracia, el ejercicio de la participación; y para eso debemos tener a los profesores bien preparados, para que también puedan preparar a los estudiantes».

En un encuentro que además contó desde la presidencia con el viceprimer ministro, Jorge Luis Perdomo Di-Lella, los profesores de la Universidad de Ciencias Pedagógicas reflexionaron en torno a una propuesta traída por ellos a colación sobre cómo perfeccionar la formación de quienes tendrán, desde las aulas, la responsabilidad de preparar al ciudadano de la Cuba futura.

Se trata de una propuesta, como se dijo en la jornada, que es fruto del intercambio sostenido en estos tiempos con estudiantes, profesores, coordinadores de carreras universitarias, y otros actores, para robustecer la formación profesional pedagógica de cara a múltiples demandas sociales, y habiendo vivido la desafiante experiencia de la COVID-19.

Desde diversas aristas fue desarrollado el tema. La profesora Isel Parra Vigo, del Centro de Estudios Educacionales perteneciente a la Universidad de Ciencias Pedagógicas, mencionó el valor de potenciar la categoría de formación integral en nuestros maestros: «Siempre la Revolución ha optado por esta aspiración», enfatizó; e hizo hincapié en que esa «formación integral como dirección del desarrollo humano» debe vincular elementos de carácter afectivo, intelectual y ejecutor.

La única forma de lograr el desarrollo de lo intelectual, lo afectivo y lo ejecutor en estrecha interrelación –razonó la profesora- es haciendo que quien se forma como maestro esté en estrecha relación con la cultura, con los anhelos y contradicciones de su país; y esa premisa, dijo, debe ser cultivada en los procesos formativos.

En la Universidad todo espacio educa; el estudiante muchas veces aprende más de lo que ve hacer al profesor, que de lo que este le dice; es muy importante desarrollar la pedagogía social, para que los alumnos comprendan, por ejemplo, la vulnerabilidad de un barrio, y eso implica hacer alianzas, trabajo intersectorial e interdisciplinario.Sobre esos conceptos habló Isel Parra, quien también dijo que «no puede ocurrir que el estudiante vaya a la institución educativa a desmotivarse», sino todo lo contrario.

Por su parte Marlene González Escalona acotó que «si hoy queremos que el maestro transforme la realidad educativa, hay que enriquecer la cultura psicopedagógica para poder enfrentar los problemas y desafíos que él tiene en su práctica educativa». Eso, apuntó, sin perder de vista que «no se puede hablar de cultura general integral sin una cultura de la ciencia», y que cuando se habla de resolver problemas desde la ciencia, la tecnología y la innovación, se trata de aprovechar en el alumnado, desde edades muy tempranas, el natural espíritu indagatorio.

La titular de Educación, Ena Elsa Velázquez Cobiella, recordó que el Varona es la universidad rectora de las carreras pedagógicas, con una alta tradición en la formación del maestro, lo cual entraña desafíos como formar aquellos profesionales que la capital del país necesita. Sobre la propuesta presentada en la reunión, la ministra valoró que es una concepción perfeccionada, cuyo propósito es «la formación de un maestro más integral, ajustado a los nuevos tiempos».

«Todo lo que se haga en materia de investigación, de innovación –reflexionó Ena Elsa Velázquez- debe tener un resultado concreto en la escuela, en la formación de ese maestro, y en la preparación continua de ese maestro que está en ejercicio».

Otros temas alusivos a la formación pedagógica fueron desarrollados en la jornada de análisis por el Presidente Díaz-Canel Bermúdez; entre ellos, la necesidad –planteada por los profesores en otros encuentros- de potenciar el método científico para toda la labor pedagógica. Al respecto el dignatario recordó útiles herramientas como las categorías del pensamiento marxista, «el método científico que usó Marx, que es hacer abstracciones, sacar los elementos fundamentales, encontrar lo casual, después integrar, trabajar sobre las causas (…), todo eso lo tenemos que incorporar».

La importancia de estudiar economía política para entender los procesos que acontecen en la sociedad y tomar las decisiones más útiles a cada momento; aprovechar los escenarios que brinda la docencia para impartir conocimientos en procesos que unifican las posibilidades de los educandos; formar a nuestros profesores en enfoques como la pedagogía social, la educación popular y el trabajo comunitario, para que la escuela sea el verdadero vórtice de la comunidad. Sobre tales conceptos disertó también el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista.

El uso de las nuevas tecnologías de la Información y la Comunicación en los procesos de formación pedagógica motivó otros razonamientos del mandatario, quien abogó por buscar los equilibrios; porque así como la enseñanza a distancia es posible y puede dar resultados, las relaciones humanas entre el profesor y el estudiante, de modo presencial, también son esenciales.

Hacia el final del encuentro el Jefe de Estado expresó que en cubanos como Enrique José Varona habita un pensamiento pedagógico que merece ser estudiado a profundidad, pues ese legado es patrimonio de la nación. A modo de resumen del tono que animó el intercambio, el mandatario reparó en una idea del patriota y gran pedagogo –incluida en la propuesta compartida por los integrantes del Claustro-. Varona dejó escrito: «Es necesario que (quien educa) esté en comunión con el espíritu de la sociedad, que es en el fondo y sobre todo quien educa».