La iniciativa de dejar entrar la luz natural en el salón fue de Alemania, quien asume la presidencia rotativa del organismo de Naciones Unidas. 
La noticia de que la luz del sol entró por primera vez al Consejo de Seguridad le da la vuelta al mundo. Alemania quizás tuvo en cuenta las transformaciones que se llevaron a cabo en el 2013 para blindar las ventanas del edificio.

Sin embargo, poco se destaca que el hecho constituye un recordatorio de la larga saga de terrorismo contra la mayor de las Antillas, al amparo y con la asesoría del mismo país que hoy pretende señalar a Cuba como el “origen de todos los males” en América Latina.

Un breve repaso de los acontecimientos en los últimos sesenta años, como nos recuerda la noticia del Consejo de Seguridad, es suficiente para dejar entrar la luz en la historia.