Excelentísimo Señor, Antonio Guterres, Secretario General de Naciones Unidas 

Excelentísima Señora, Audry Azoley, Directora General de UNESCO

¡Excelencias!

La República de Cuba, comparte la visión de la UNESCO sobre el papel fundamental de la educación para enfrentar el odio, en coherencia con la meta 4.7 del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 que aborda los componentes sociales, morales y humanistas de la educación.

El proyecto social cubano, desde su plataforma política es inclusivo por naturaleza y se entiende como el derecho a una educación de calidad, gratuita, equitativa, accesible para todos sin distinción alguna, orientada hacia el pleno desarrollo integral de la personalidad de los estudiantes.

En Cuba, cuando nos referimos a la inclusión, es en primer lugar hablar de derechos, que no solo se conocen, sino que se ejercen y disfrutan plenamente. Se asume desde la política social que está debidamente sustentada en la legislación vigente, comenzando por la Constitución de la República. 

El sistema educativo cubano, se encuentra enfrascado en el III Perfeccionamiento, lo que como método científico conciben dos variables, se significa la de producto, dirigida a la formación integral de los educandos, donde se pondera el principio pedagógico de la interacción de la escuela con la familia y la comunidad, para ello, se requiere de profesores preparados y familias comprometidas, donde se estimulen las potencialidades y no las deficiencias de los estudiantes.

Además, se prevé desde sus objetivos, la atención educativa de todo el universo de educandos, cualesquiera que sean sus características personales, psicológicas o sociales; las escuelas de conjunto con la familia y otros agentes y agencias de la comunidad educativa, deben ser entornos protectores, donde se propicie en niños, y adolescentes su participación activa, los aprendizajes de manera efectiva y el abordaje de los conflictos desde la disciplina positiva y la cultura de paz.

El Ministerio de Educación, desde la formación y superación del personal docente, trabaja para dotar, a estos, de herramientas para la prevención de la violencia y el discurso de odio y garantizar el desarrollo de un comportamiento social responsable, a partir de la formación y desarrollo de actitudes, aptitudes, habilidades psicosociales y valores que favorezcan las relaciones interpersonales, sustentadas en el respeto a las diferencias individuales y en la igualdad plena. 

En este complejo escenario marcado por una pandemia y por el bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos que dura más 60 años; Cuba continúa en su empeño de promover acciones para aprender a vivir juntos de forma sostenible con el planeta.

Finalmente, los educadores cubanos, continuaremos promoviendo el acceso a oportunidades de aprendizaje de calidad para todos, con una concepción de educación inclusiva, equitativa, bajo la premisa de la igualdad de derechos y la eliminación del discurso de odio.

¡Muchas Gracias!