Cada mañana, Crilian María Miñoso y Viala Boffill acuden a la escuela. Como todos los adolescentes están llenos de alegrías, inseguridades, disfrutan con los amigos y realizan diferentes actividades.
Al igual que ellos, más de 80 alumnos asisten al centro Franklin Gómez, de la ciudad de Matanzas, una escuela para infantes que desbordan amor y demuestran que lo más importante de la vida es vivirla al máximo. Sin embargo, su educación no está completa. A pesar de los esfuerzos del claustro y de algunos padres, ciertos materiales imprescindibles para su formación se encuentran ausentes como consecuencia del bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos que afecta, además de la economía, a la Enseñanza Especial.
DESAFÍOS EN TIEMPOS DE BLOQUEO
Para los especialistas, el principal desafío de esa enseñanza estriba en conducirlos y proporcionarles las herramientas para su incorporación futura a la sociedad. Para ello resulta necesario el uso de la tecnología y varios materiales audiovisuales que se adquieren en el exterior, cuyo precio se encarece al tener que comprarlos en un tercer país.
El gobierno cubano dedica más del 10 por ciento de su Producto Interno Bruto al sector educacional y a pesar de las limitaciones económicas, el tratamiento a personas con necesidades especiales constituye una prioridad.
“Las personas con discapacidad perciben de forma limitada su acceso a equipos que mejorarían su calidad de vida y potenciarían su inclusión y participación social. La Enseñanza Especial es costosa, requiere de personal capacitado y especializado y de recursos”, explica Odalys Boffill Cartaya, subdirectora de Preparación Laboral del municipio de Matanzas.
“Estas escuelas carecen de recursos para llevar adelante un proceso docente educativo como se exige. En todas deben existir ludotecas y espacios para los juegos de roles, sin embargo, realizamos las actividades con nuestros propios medios, pero no cuentan con la calidad y durabilidad”, agregó.
La profesora Sonia García explica: “Resulta imposible impartir algunas asignaturas debido a la ausencia de materiales; los niños ambliopes, por ejemplo, no cuentan con las máquinas y para las clases debemos reciclar libros antiguos. Algunos necesitan medicamentos que ayudan a mejorar el aprendizaje y muchos no los tienen”.
A este reclamo se incorporan Hugo Miguel Catalá García, Instructor de Arte Integral, y Ornelis Pérez Campos, profesor de Educación Física.
“Utilizamos materiales gastables en los talleres de apreciación y creación, e intentamos llevarlos a feliz término con la calidad que merecen a partir de las alternativas asumidas por la escuela y algunos padres”, explicó el primero.
En tanto, Pérez Campos aludió: “En el aspecto deportivo, los implementos son los de mayor afectación. Disponemos de un número escaso de ellos, por lo que no podemos integrarlos a todos en un ejercicio común. A pesar de no poseer un área deportiva, que los vecinos en ocasiones no entreguen las pelotas o su escasa durabilidad, disfrutamos del privilegio de que varios alumnos nuestros alcanzaron premios en olimpiadas especiales en años anteriores y por ellos nos sentimos orgullosos”.
LA EDUCACIÓN NO SE DETIENE
A pesar de las limitaciones, los procesos de integración y las alternativas para suplir los materiales escolares no se detienen.
“Durante los años de Revolución hemos sido capaces de prepararnos como innovadores y ayudar con los recursos que tenemos. Por otra parte, agradecemos la labor constante del Ministerio de Educación por apoyar la Enseñanza Especial en aras de garantizar la calidad de la misma”, agregó Belsaida Lobaina Gamboa, maestra de octavo grado.
“A lo largo del curso nos trazamos diferentes estrategias para crear un vínculo entre el estudiante, las diferentes organizaciones y el proceso docente. Este año contamos con el apoyo de los trabajadores del Proyecto de Intervención Sociocultural Callejón de las Tradiciones, pues los educandos recibieron una donación de módulos completos de implementos de cocina para que puedan con cierta independencia elaborar alimentos, e intercambian en el taller de manualidades donde se expresan a través de los colores y las formas”, agregó Lobaina Gamboa.
“Nos encontramos en el Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación. Los contenidos que se aprueben aquí y sean asimilados por los estudiantes constituirán la base para elaborar nuevos materiales docentes para la Enseñanza Especial que nos permitirá trabajar con nuevas bibliografías y actualizar las maneras de brindar el conocimiento”, concluyó.
La Educación Especial en Cuba garantiza la inserción desde edades tempranas de las personas con limitaciones físicas e intelectuales a la sociedad, los forma en valores y los alienta a lograr sus sueños. Eso demuestra que el conocimiento y el amor no pueden ser bloqueados. (FOTOS: Ramón Pacheco Salazar)