Tomado de Radio Reloj

La familia del artemiseño Alejandro Rodríguez, débil visual, se las ingenia para crearle un mínimo de condiciones, pues la escuela no recibe suficientes máquinas y hojas brailes que garanticen un aprendizaje en correspondencia con la enfermedad que padece.

Otro tanto ocurre con los alumnos que sufren limitaciones motoras y necesitan sillas de ruedas; también hay carencias de bastones y dificultades para la realización de audiometrías a estudiantes con dificultades auditivas.

Cuenta Artemisa con 12 planteles de educación especial, carentes de materiales para el buen desarrollo del proceso docente educativo, a causa del cerco económico de los Estados Unidos frente a Cuba.