Tomado de sitio web del PCC
“La provocación urgida para el 15 de noviembre está condenada al fracaso. Nunca fue auténtica. Su intento de arroparse con alguna legalidad es una manipulación perversa. La Constitución de la República es creación genuina del pueblo. No hay tramoya que pueda escamotearla”.
Así lo aseguró el miembro del Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Jefe de su departamento Ideológico, Rogelio Polanco Fuentes, en una intervención especial realizada este martes en el espacio Mesa Redonda de la Televisión Cubana.
Polanco Fuentes afirmó que los promotores de la pretendida marcha siguen el libreto yanqui, cumplen sus órdenes, se rodean de violentos y terroristas y sueñan con ejecutar sus acciones desestabilizadoras con impunidad.
En su intervención, el dirigente político recordó que en el II Pleno del CCPCC, realizado este fin de semana, el Primer Secretario del Partido, compañero Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se refirió a una escalada de la contrarrevolución y a un desafío a las autoridades y al Estado de derecho socialista refrendado en nuestra Constitución.
“Es una provocación como parte de una estrategia de golpe suave, sus propósitos coinciden con las principales líneas de ataques, calumnias y amenazas utilizadas por quienes– financiados por el gobierno de Estados Unidos– se oponen al sistema político cubano, intentan desestabilizarlo y pretenden restaurar el capitalismo”, diría en la reciente reunión partidista Díaz-Canel.
Señaló que, como se ha estado informando, entre el 20 y el 27 de septiembre reducidos grupos de ciudadanos entregaron en las sedes de los gobiernos municipales o provinciales de ocho provincias del país, textos similares donde anunciaban la decisión de realizar una marcha supuestamente pacífica.
“No era una solicitud, estaban dando por hecho la celebración de esta marcha. La acción fue concebida con un alcance nacional, en evidente coordinación por parte de sus promotores”, recalcó.
También recordó Polanco que, el 12 de octubre, las autoridades gubernamentales de los municipios donde fueron entregados los referidos documentos, se reunieron con los remitentes y les ofrecieron los argumentos sobre el carácter ilícito de la marcha, en correspondencia con los artículos 56, 45 y 4 de la Constitución.
Se dejó claramente establecido que las proyecciones públicas de los promotores y sus relaciones con organizaciones subversivas o agencias financiadas por el gobierno de Estados Unidos, tienen la intención manifiesta de promover un cambio de sistema político en Cuba, por lo cual la marcha anunciada constituye una provocación.
Reiteró que, apenas anunciada, la marcha recibió el apoyo público de legisladores, operadores políticos y medios de comunicación que alientan acciones contra el pueblo cubano, intentan desestabilizar el país e instan a la intervención militar, algo recurrente en ellos.
“Desde sus inicios, era evidente que se trataba de un plan desestabilizador orquestado desde el exterior con intenciones violentas y ante el desafío de los promotores, sus pretensiones de hacer caso omiso de las autoridades, el 21 de octubre, la Fiscalía General de la República en sus sedes de varias provincias inició un proceso de apercibimiento a estos ciudadanos manifestándoles que, de incumplir la decisión de las autoridades, incurrirían en los delitos de desobediencia, manifestaciones ilícitas, instigación a delinquir u otros previstos y sancionados en la legislación penal vigente.
“Es evidente que estamos ante la presencia de un nuevo capítulo de la guerra no convencional, del golpe suave o del manual de lucha no violenta que Estados Unidos ha ejecutado durante la época contemporánea en varios países: Yugoslavia, Libia, Siria, Ucrania, Nicaragua, Venezuela, son solo algunos de los ejemplos en los que las acciones de la guerra no convencional se han llevado adelante”, detalló Polanco.
El miembro del Secretariado del CC PCC ejemplificó desde su experiencia como diplomático en tierras bolivarianas cómo las acciones violentas para derrocar al gobierno de Nicolás Maduro provocaron más de un centenar de fallecidos, empleándose armas de fuego, bombas molotov, barricadas, daños a instituciones estatales y militares y hasta la quema de personas vivas y la utilización de niños y adolescentes.
A pesar de ello, se insistía en que se trataba de manifestaciones pacíficas y se acusaba al gobierno chavista de enfrentarlas de forma desmedida.
En su intervención, el dirigente político demostró la relación existente entre organizaciones que durante años han financiado la subversión interna contra Cuba, las campañas mediáticas y han tratado de influir en la arena internacional para que se condene a la Revolución Cubana–como la Fundación Nacional para la Democracia (NED), la Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID) y el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL)–, con operadores políticos a su servicio que actúan dentro de la Isla.
Denunció igualmente la relación entre algunos de los promotores principales de la marcha del 15 de noviembre con connotados dirigentes de organizaciones anticubanas como Orlando Gutiérrez Boronat -líder de la Asamblea por la Resistencia Cubana, quien ha pedido una intervención militar en Cuba- y Ramón Saúl Sánchez, connotado terrorista relacionado con el atentado al avión de Cubana de Aviación en el que fallecieron 73 personas en 1976, entre otras muchas acciones contra nuestro pueblo.
Integrantes de otras organizaciones como la Brigada 2506 y la Fundación Nacional Cubano Americana, puntas de lanza del terrorismo contra Cuba, también han apoyado abiertamente las acciones que se pretenden realizar.
Hizo referencia a reuniones y otras acciones que han tenido lugar durante las últimas semanas en Miami, como si la manifestación fuera a realizarse allí, a las expresiones de apoyo de funcionarios de la Embajada norteamericana en La Habana y las amenazas al gobierno cubano de imponer más sanciones a la Isla en caso de que se impidiera la realización de la marcha.
El Jefe del Departamento Ideológico reiteró las palabras de Díaz-Canel cuando dijo, también en el II Pleno del CCPCC, que no vamos a legitimar el accionar imperialista en la política interna ni a dar cauce a los deseos de restauración neocolonial que han acumulado algunos y que se refuerzan en situación de crisis, pues “no se trata de un acto de civismo, es un acto de subordinación a la hegemonía yanqui”.
“Cuba no acepta amenazas ni se deja intimidar, así que guárdense sus amenazas”, insistió Polanco Fuentes.
Proclamó que aquí hay suficientes revolucionarios para enfrentar con inteligencia, con respeto y en defensa de nuestra Constitución, pero también con energía y valor cualquier tipo de manifestación que pretenda destruir a la Revolución.
“El 15 de noviembre Cuba abrirá sus puertas al mundo y abrirá también las escuelas a nuestros niños. Esa explosión de alegría y felicidad, de abrazos hasta ahora contenidos por duros meses de pandemia, es la que los promotores del odio pretenden frustrar. Pero no podrá impedir que las madres cubanas disfruten ese momento sublime de acompañar a sus hijos a las aulas ni la tierna sonrisa de los maestros con el regreso de sus añorados alumnos.
“No podrán impedir el triunfo de Cuba frente a la pandemia gracias a vacunas propias logradas con el ingenio de científicos forjados en Revolución, vacunas posibles por el pensamiento y la acción visionaria de Fidel, fundador de una industria biofarmaceútica genuinamente cubana.
“No podrán impedir el tránsito hacia una nueva normalidad, una normalidad responsable, que permitirá abrir paulatinamente nuestra vida económica y social en las próximas semanas.
“No podrán impedir la proeza de Cuba, de sus profesionales de la salud, de sus trabajadores, de sus jóvenes, de todo un pueblo que en resistencia creativa avanza con optimismo por encima de adversidades colosales. No podrán impedir la victoria de Cuba frente a la subversión y el bloqueo criminal de Estados Unidos, recrudecido de manera oportunista en medio de la pandemia, lo que agiganta nuestra epopeya gloriosa.
“Como nuestro Héroe Nacional José Martí, a quien algunos pretenden ultrajar con sus pretensiones neoanexionistas, proclamamos: “¿Qué deben hacer los amantes de la Patria?”, se preguntaba Martí. Predicar Revolución. Estamos aquí para impedir que el enemigo acorrale al abanderado o caiga en malas manos la bandera. Aquí somos la vigilancia y el amor, la cordialidad y la centinela, la pasión razonada por el juicio de cuanto lleve con decoro el nombre de Cuba. Estas son nuestras razones, las razones de Cuba”, concluyó.