La Escuela Especial Águedo Morales Reina, de Ciego de Ávila, es uno de los centros afectados sensiblemente por la política inhumana del gobierno de Trump contra Cuba.

En la institución se atienden casi cien niños autistas, sordos e hipoacúsicos, con dificultades visuales y deficiencia intelectual, a quienes el bloqueo yanqui les impide el eficaz aprendizaje, sostiene el director Wilfredo Ozuna Rodríguez.

La escuela está privada de equipamientos de tecnología de punta, pues el gobierno norteamericano impide su adquisición, aclara el directivo, no obstante, precisa que se buscan alternativas para estimular la audición y el lenguaje de los pequeños.

Los padres y profesores de la escuela especial avileña Águedo Morales sufren directamente las carencias motivadas por el cerco económico y financiero contra Cuba y condenan una política agresiva destinada al fracaso.

Ante el recrudecido bloqueo yanqui, en la Escuela Especial Águedo Morales de Ciego de Ávila faltan equipos amplificadores colectivos que dificultan la interacción de docentes con los alumnos.

Tampoco existen juguetes para el desarrollo de los niños autistas, ni impresoras Braille, mientras las viejas máquinas para el aprendizaje de ciegos solo funcionan por la labor innovadora de los cubanos, señala el educador Wilfredo Ozuna.

Sin embargo, pequeños como Lázaro Bartolo Santos y Yoisel Aldana el imperio no puede arrebatarles su sonrisa ante la esmerada atención que mantienen los profesores de la Escuela Especial Águedo Morales de Ciego de Ávila.

Esos educadores de vanguardia buscan alternativas para derrotar el bloqueo imperialista, con la convicción de que ningún gobierno yanqui podrá acabar con los sueños de los niños, los más preciados tesoros de Cuba.