Estimada compañera:

Con la fuerza y el valor del campanazo de Demajagua, este centro, del cual honrosamente formo parte, cumple 75 años como baluarte de la dignidad del estudiantado universitario oriental, distinguidos por su consagración al estudio, su talento, profesionalidad y disciplina.

Nos enorgullece saber este recinto como líder de proyectos de investigación. Transformar, aportar y crear ha sido siempre la misión de ustedes, sello que ha marcado la calidad del joven que de aquí egresa.

Miles han sido los graduados en estos años, sobre todo después del triunfo revolucionario, donde la universidad se abanderó como popular y se abrió a todos como institución necesaria para la superación del pueblo.

Los felicito porque han sabido alimentar en los jóvenes la aspiración de formarse como profesionales con el mérito de ser alumnos de la prestigiosa Universidad de Oriente. Felicito al claustro por la responsabilidad que durante años han asumido con la formación académica, científica y práctica de las nuevas generaciones. De manera especial, los felicito porque sé que son una fragua de revolucionarios conscientes, con criterios y argumentos para defender, ante cualquier circunstancia, la obra de la Revolución.