En la Educación Especial, donde se necesita una amplia gama de recursos para la atención integral a los educandos que presentan necesidades educativas especiales, se ha tenido que adquirir equipamiento especializado en terceros países, trayendo como consecuencia el incremento de los precios por la lejanía y por el costo de los fletes, además de la demora en su entrega, y la disminución en la adquisición de otros renglones deficitarios.

Dentro de los renglones más afectados en el país por esta causa se encuentran las sillas de ruedas eléctricas para los niños con discapacidad física-motora, los aditamentos especiales, como las máquinas Perkins, para la enseñanza a niños ciegos y débiles visuales, así como los cristales correctores con graduaciones elevadas para los mismos.

En el caso de la discapacidad auditiva, las mayores carencias están en relación con la posibilidad de importar las baterías de las prótesis auditivas.